Sandra Debelak, de origen esloveno, llegó a México hace siete años a estudiar en el CEA (Centro de Educación Artística) y concretar sus ambiciones artísticas para incursionar específicamente en el medio de la interpretación escénica.
Ahora ya es actriz, aunque prosigue su preparación profesional con el fin de superarse cada día y ver cumplidas sus aspiraciones. Ha participado en telenovelas como: “El señor de los cielos”, “La Rosa de Guadalupe” y “El último dragón”, y tiene varios proyectos que espera formalizar dentro de poco. Sandra es una mujer muy bella, con una presencia física sobresaliente y una personalidad a la vez sencilla e insondable.
Nació en la capital de Eslovenia, Liubliana, ciudad de poco menos de 300,000 habitantes con un entorno cultural muy rico y una población cordial acostumbrada al constante flujo de turistas. Eslovenia, país más bien pequeño en extensión ubicado en la Europa Central, es una de las seis repúblicas que formaban la antigua Yugoslavia, junto con Bosnia Herzegovina, Croacia, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia. Para dar una idea de su ubicación, Liubliana está muy cerca de Venecia, por ejemplo. En el presente se le puede definir como un país pacífico con un nivel de vida medio; es decir, se vive bien, aunque para ciertas actividades hay pocas oportunidades.
¿Lo qué más disfruta en México?
A Sandra le gusta divertirse, hacer amigos, ampliar su círculo para conocer y aprender constantemente con el mismo trato de la gente. Le gusta México, se ha adaptado bien a nuestro ambiente y a nuestras costumbres, y lo que es notable, también a los sabores nacionales como el chile, los tacos y los “antojitos”.
Después de siete años ha logrado al fin neutralizar su acento y habla casi como “mexicana”, lo que le da más oportunidad de interpretar personajes que requieren de un modo de hablar muy especial. En ese aspecto es una actriz más completa para incursionar en el medio nacional, tan competitivo y con relativamente pocas plazas.
Destina un considerable porcentaje del caudal de sus afectos a sus dos mascotas, sus dos perras, compañeras desinteresadas e incondicionales que comparten por igual sus tristezas y alegrías.
Los mejores deseos para Sandra Debelak a lo largo de su vida.