Para cambiar de lugar de residencia se necesita decisión, pero si el cambio significa emigrar a otro país el tema ya no es de decisión sino que se requiere de otros atributos de carácter como la imaginación, la fortaleza de espíritu y una mente equilibrada asociada a la capacidad de juicio libre de temores o prejuicios; más aún si se trata de una chica joven, sola y atractiva.
¿Por qué eligió México?
Carla Stefan conoció de México a través de las telenovelas que de niña veía con su mamá, y a partir de la magia que proyecta la televisión se generó un esbozo de ilusión que con el tiempo fue adquiriendo la forma de un proyecto que fue madurando poco a poco hasta el día en que al fin se vio en condiciones de llevarlo a cabo con todas sus implicaciones: dejar atrás parte de su vida, a su familia, a sus amigas y a su patria.
Desde entonces han pasado siete años, en los cuales ha habido de todo: soledad, felicidad, nostalgia, amor, experiencias, aprendizaje, éxitos y desencanto. Es feliz, y no se arrepiente de su decisión.
Aunque originaria de Concordia -provincia de Entre Ríos, a 360 km. de Buenos Aires– gran parte de su vida radicó en la capital, donde estudió y empezó a desarrollar sus aptitudes claramente inclinadas hacia el arte. Sus primeras incursiones fueron preferentemente en teatro y sesiones de tango, disciplinas que domina.
¿Actividades en México?
Ya en México se ha desempeñado como actriz, conductora, bailarina y participado en doblajes para caricaturas, lo que muestra, además de su talento, su versatilidad como común.
En su estilo ameno impregnado de humor y risa fácil, comenta que sus primeros “choques culturales” al llegar a México se dieron frente a la informalidad -a la cual ha llegado a acostumbrarse con el tiempo- la contaminación y el tráfico vehicular fuera de control. Sigue sin gustarle, pero ha dejado de afectarle.
Con dedicación y esfuerzo logró neutralizar por requerimientos profesionales su acento argentino, lo que ha dado como resultado que ahora hable con soltura argentino y mexicano, según lo requiera la ocasión.
¿Platillos mexicanos?
Le gusta comer, lo confiesa, y sus platillos predilectos son la barbacoa, los tamales y el agua de horchata. Le gusta la comida mexicana, pero de repente extraña los sabores argentinos y en particular los dulces, situación muy natural. También le gustan los gatos, otra cualidad, y tiene dos en casa, uno de ellos bizco.
Carla no hizo caso de las malas referencias y tomó el avión para venir a conocer y probar suerte entre nosotros; hizo bien, y ojalá se quede mucho tiempo porque es una persona positiva, talentosa, guapa y de un carisma inigualable. Proyecta y transmite “buena vibra”.