Joy Carrasco vino a México como genuina “mochilera” para conocer la tierra de la que sabía sólo a través de referencias. En aquella ocasión su breve estancia se prolongó por 35 días en los que pudo visitar ocho estados de la república, y tanto le gustó que regresó un año después con la intención de establecerse de forma permanente y hacer su vida aquí.
Ha transcurrido un poco más de un año desde entonces, y por el momento su ilusión sigue pendiente mientras aprovecha para visitar nuevas regiones de este vasto territorio que se ha ganado su admiración y su cariño.
Vida en Bolivia
Joy es boliviana, nació hace 35 años en La Paz, con una población de aproximadamente 2,7 millones de habitantes.
Esta ciudad tiene algunas particularidades destacables, como que es la capital administrativa de un país más alta del mundo por sus 3,640 metros sobre el nivel del mar, y que no es la más poblada de Bolivia sino la tercera, después de Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba.
Este último dato no es insólito sino sólo un poco mencionable. Washington D.C. no es ni de cerca la ciudad más poblada de los Estados Unidos; Brasilia tampoco es la más poblada de Brasil; tampoco Ankara de Turquía ni Ottawa de Canadá, todas ellas capitales.
Viajera
Joy se ha dedicado desde hace nueve años al ramo del turismo; ha viajado un poco por el mundo, estuvo en Alemania una temporada y conoce otros países más cercanos a su patria. Domina cuatro idiomas: inglés, francés, alemán y desde luego el español.
Según sus propias palabras se enamoró de México al instante, de la gente, de la gastronomía local tan variada que tiene diferentes platillos prácticamente en cada pueblo.
De la cultura, de los paisajes, de las zonas turísticas con sus impresionantes “ruinas”, de sus playas, de su artesanía en pintura, cerámica y textiles, aunque todavía le cuesta mucho tolerar el chile en la comida porque en Bolivia no es costumbre ingerir platos picantes.
Sin chile le gusta mucho la comida mexicana. En realidad no enfrentó mayores “choques culturales” que llegaran a afectarle. Se adaptó porque considera que la gente boliviana es muy parecida a la mexicana en algún aspecto.
De Bolivia extraña a su familia y también a sus montañas, el tener siempre al alcance de la vista la nevada cumbre del Illimani de 6,400 metros de altura que forma parte de la cordillera oriental de los Andes bolivianos.
Refiere que Bolivia es una nación mayoritariamente indígena. Según “Residencia Boliviana” la población “amerindia” de Bolivia es de un 55% del total; un 30% de mestizos que incluye mezcla de blancos y amerindios y aproximadamente un 15% de blancos.
Recuerda a las famosas “cholas”, como se conoce a las mujeres que forman parte del folklore nacional y son bien conocidas a través de todo el mundo.
Son mujeres básicamente de extracción indígena que visten de manera muy particular: sombrero de copa alta y ala ancha, chaquetilla colorida, pollera de alto vuelo, manta de flecos al hombro y calzado consistente en botas o botines o sandalias en menor medida.
Joy es muy feliz aquí, y esperamos que lo siga siendo y logre sus proyectos.
