¿Cómo llegó a México?
Lilian vino a México sin haberlo planeado previamente, vino a trabajar, cuando aceptó una oferta de trabajo de la empresa en la que laboraba en Brasil, que consistía en venir por unos meses como parte del equipo que se encargaría de inaugurar su filial en el país, y por ahora, después de un año, todos sus compañeros de generación han regresado a su país; todos menos ella.
Se ha sentido bien y se ha adaptado, y aunque está consciente de que tendrá que regresar, por el momento prefiere disfrutar de su estadía sin pensar demasiado en el futuro.
Vida en Brasil
Lilian tiene 25 años de edad, nació en Brasil, en la ciudad de Sao Paulo, aunque desde hace tiempo cambió su residencia a Playa Grande, pequeña localidad ubicada a 12 km. de Sao Paulo, lugar tranquilo predominantemente turístico.
Sao Paulo es una ciudad enorme y muy poblada, tiene más de 12 millones de habitantes, y por supuesto hay muchos contrastes entre su sociedad.
Así es Brasil en general, contrastante, es el 5º país más grande del mundo y el 6º más poblado con aproximadamente 215 millones de habitantes, pormenores que por fuerza lo hacen contrastante y desigual.
Estudios académicos
Cursó la carrera de Comercio Exterior en su ciudad natal, y en su actividad actual ha tenido la oportunidad de desarrollar sus capacidades en diversas áreas un poco distantes de lo estrictamente académico, aunque su traslado le ha permitido dominar el español al que le ha encontrado el gusto.
Cuando le ofrecieron venir sólo tuvo quince días para pensarlo un poco y preparar el viaje, desde arreglar asuntos personales pertinentes hasta revalidar su pasaporte y reservar boletos. Tal vez fue precipitado, pero después de todo resultó una buena decisión.
Choques culturales
A su llegada no tuvo que enfrentar verdaderos choques culturales por el cambio, ya que considera que la gente es bastante parecida en el comportamiento y el carácter; lo que le sorprendió fue apreciar que México no era como lo imaginaba, no era ni siquiera parecido.
No pensaba encontrar una ciudad tan grande y con tanta diversidad en todos los aspectos, desde el cultural, el laboral, el poblacional, el social y el tecnológico.
Reconoce que en realidad no sabía mucho de México, y que sus conocimientos se basaban en estereotipos. Sin embargo, después de conocer algo más de México, menciona algunos puntos que le parecen dignos de atención.
Diferencias de Brasil y México
Destaca la enorme diferencia de los precios del transporte público entre México y Brasil, y su apreciación es acertada. Los países latinoamericanos con el transporte público más caro son: Uruguay, Chile, Perú y Brasil, mientras que los más económicos son: Venezuela, Ecuador y México.
Por otro lado le asombra la reducida cantidad de días de vacaciones que concede la ley laboral al empleado mexicano, que fija 6 días al año, mientras que en Brasil son 30 días consecutivos, con la ventaja adicional de que durante ese período vacacional el salario se incrementa en un tercio.
Picante mexicano
Al principio no le gustaba la comida mexicana por picante, pero se ha ido adaptando poco a poco hasta que le ha tomado el gusto. De cualquier manera extraña sus platillos brasileños favoritos, los que comió toda la vida, los extraña como añora la proximidad de su familia y sus amigos, los lugares donde vivió toda la vida, los extraña con nostalgia y con amor.
De la ciudad de México le gusta particularmente la vegetación que hay en las calles, sobre todo los árboles que transmiten frescura y difunden aromas agradables que hacen grato el transitar por ellas.
Lilian ante todo es una persona positiva, de trato amable y de carácter alegre y divertido. Se le desea feliz estancia en México.
