Gino Lee es un joven muy inteligente y muy centrado, cuya sencillez no impide que se aprecie la profundidad de sus virtudes.
Corea del Sur
Nació en Corea del Sur, en la ciudad costera de Pohang perteneciente a la provincia de Gyeongsang del Norte, ubicada a 270 km. de la capital Seúl.
Más tarde se mudó junto con su familia justamente hacia la capital, en donde cursó y concluyó sus estudios profesionales que abarcan un postgrado.
Tiene 23 años de edad, y también tiene 24, y la aparente confusión no es una broma sino el resultado de una tradición de su país. Se considera que un bebé al nacer ya tiene un año, por lo que cuando realmente cumple uno para ellos tiene dos.
La costumbre es muy extraña, al menos para los que no entendemos el sentido y el origen de su vieja tradición.
¿Cómo llegó a México?
Hace siete años, cuando Gino llegó a México era realmente un jovencito, apenas contaba con dieciséis años de edad, y vino a estudiar el bachillerato gracias a un convenio de intercambio establecido entre instituciones de ambas naciones.
Al terminar, tanto le gustó el ambiente mexicano que decidió permanecer en el país un poco más, desde luego con la aprobación y el apoyo de sus familiares.
Actualmente alterna su tiempo entre México y Corea en ciclos cercanos a un semestre por país.
Vida profesional
Profesionalmente ejerce su carrera como traductor e intérprete, y paralelamente se ocupa como consultor empresarial, principalmente en el ramo importador y exportador orientado hacia el mercado asiático. En este punto cabe mencionar que también habla el inglés.
Adaptación a México
Su llegada a México no fue realmente difícil, ya que logró adaptarse pronto en parte por la amabilidad de sus compañeros que lo ayudaron mucho en ese aspecto.
Sin embargo fue un choque cultural ser el único coreano de su entorno, y de hecho el único asiático en el ambiente donde se desenvolvía. Se considera afortunado, porque nunca sufrió bullying durante su período de estudiante bachiller.
Posteriormente dice haber sufrido algunas manifestaciones más bien menores de racismo, las clásicas bromas que se hacen a las personas de origen asiático en alusión a la forma rasgada de sus ojos.
Datos curiosos de Corea del Sur
Durante su conversación suele intercalar algunos datos sobre Corea del Sur que vale la pena repasar, curiosidades como la de los bebés que nacen con un año de edad:
El 14 de febrero, día de San Valentín, se acostumbra que la mujer regale al hombre, mientras que el 14 de marzo el hombre le regala a la mujer.
Celebran dos veces la fiesta de año nuevo, una el primero de enero siguiendo el calendario solar, y la otra en febrero, a partir del calendario lunar, que coincide con el día de la primera luna.
Aunque en la dos coreas se habla el mismo idioma, el coreano, los dialectos son muy diferentes, ya que a partir de su separación en 1945 han seguido caminos diferentes.
En Corea del Norte se habla un idioma mucho más puro, que no ha evolucionado ni ha adoptado tecnicismos ni otros neologismos muy frecuentes en Corea del Sur.
Se han hecho estudios que sugieren que sería complicado que se entendieran entre ellos, puesto que un 52% de las palabras son distintas en sus vocabularios coloquiales, es decir, más de la mitad.
En su país no se acostumbra usar desodorante, y ha escuchado la versión de que genéticamente su raza no desprende olores fuertes, probablemente se deba a los hábitos alimenticios
Vida en México
De México le agradan muchas cosas, el ambiente, el trato de la gente, la comida, la ciudad de Cuernavaca y la de México, y entre sus proyectos a mediano y corto plazo está el de conocer diferentes territorios del país que aún le falta visitar.
Gino se siente muy a gusto radicando en México y de momento no piensa regresar a establecerse permanentemente en su país, aunque no descarta la posibilidad de emigrar en el futuro si se le presenta una oportunidad lo suficientemente ventajosa. ¡Suerte para Gino!