Aly «un árabe en México» vino a México respondiendo a la invitación de una familia que conoció en El Cairo, Egipto con el propósito de estudiar un curso de español que originalmente tenía una duración de seis meses, pero cuando lo terminó se sentía tan bien que decidió permanecer en el país por tiempo indefinido.
México le gustó porque se sintió atraído por una cultura con costumbres totalmente diferentes a las suyas aunque con ciertos rasgos en común: ambos países con civilizaciones milenarias de abundante historia, gran diversidad y sitios arqueológicos nombrados como patrimonio de la humanidad con una afluencia de turistas que no se interrumpe en todo el año.
¿Cómo aprendió español?
Cuando llegó ciertamente no hablaba nada del idioma y le costó un poco de trabajo la comunicación fuera de sus conocidos, pero con perseverancia consiguió darse a entender y en poco tiempo fue capaz de dominar lo indispensable de la lengua y en unos cuantos meses ya hablaba un español con mucho acento egipcio, es decir, árabe, pronunciando “b” en lugar de “p” y con una prosodia en general algo graciosa por su ritmo y por su tono. Ahora habla tres idiomas: el inglés, el español y por supuesto el árabe.
Egipto
Nació hace 23 años en El Cairo, capital de Egipto, gran ciudad que tiene una población de diez millones de personas y junto con el área metropolitana de aproximadamente dieciséis.
Aly tiene dos años en México, uno viviendo en Toluca y uno más en Guadalajara, en donde no se siente ya como extranjero y ha asumido como su segundo hogar. Cabe señalar que no conoce otro país, ya que antes de venir nunca había salido de su patria.
¿Choques culturales?
Al principio enfrentó algunos choques culturales que de momento lo desconcertaron. Entre ellos menciona la rutina de abrazar y besar en la mejilla a una mujer al saludarla, algo que en Egipto simplemente es imposible siquiera imaginar. Allá no se puede ni tocar a una mujer aunque les una la amistad, eso es impensable, el saludo correcto es a distancia y siempre con respeto.
Noviazgo en Egipto
En Egipto no existe “la figura” del noviazgo informal que acostumbramos en México y en general en la cultura occidental. El noviazgo es algo serio que debe conducir al matrimonio y que debe transitar por tradiciones y ritos perfectamente bien establecidos.
Además existen reglas, parte tradición y parte simbolismo que persisten y que entre otras exigencias manda que ambos cónyuges lleguen vírgenes al matrimonio, lo que por estas latitudes es algo casi inverosímil que a muchos deja estupefactos.
La costumbre señala que el acuerdo matrimonial se debe concertar a partir de un obsequio que el novio hace a la novia previo acuerdo, y cumplido el trámite se llega al momento de la celebración.
Una gran lección de todo este proceso es que no se vale jugar con la mujer, no se le engaña ni se abusa de ella, se le respeta y se le trata bien.
Alimentación musulmana
Debido a su religión musulmana Aly no consume bebidas embriagantes, no come carne de cerdo ni acostumbra ingerir platillos irritantes.
Sin embargo en general le gusta la comida mexicana, los tacos, los mariscos y otros platos pero a condición de que sean sin chile y sin picante. En la comida egipcia se usa mucho arroz y el llamado “pan egipcio”, que equivale a la tortilla mexicana.
La apreciación de Aly es que en México se recibe extraordinariamente bien al extranjero, que se le adopta con una calidez en verdad conmovedora.
Una respuesta a «Egipcio en México»
Saludos!! Me da gusto que te sientas bien en América Latina espero que un día puedas visitar Nicaragua.