El trayecto de Fulvio Filipponi en México se prolonga por un período que por ahora supera las tres décadas, que no es precisamente poco tiempo, lo que es indicativo de que se siente satisfecho y ha sido feliz.
Vida en Italia
Nació en Milán, Italia, capital de la región de Lombardía ubicada al noroeste del país, ciudad con alrededor de millón y medio de habitantes llena de historia y atractivos culturales, centro mundial de la moda y el diseño, núcleo financiero del país al albergar la bolsa de valores, y sede de dos equipos de futbol muy exitosos con afición en todo el mundo: el A.C. Milán y el F.C. Internazionale Milano, mejor conocido como el Inter de Milán.
Su llegada a México tiene algo de anecdótico, como todo en esta vida, y para resumirla es conveniente narrar los acontecimientos como él mismo los refiere:
Antes de empezar es conveniente registrar un par de datos: Fulvio tiene 62 años de edad y 31 de vivir en México. Para los amantes de la precisión, arribó a México ya con la idea de establecerse el 22 de octubre de 1990. Imposible mayor exactitud.
Vida en México
En el invierno del 88 vino a visitar a una amiga que cursaba una beca en la UNAM, travesía que aprovechó para excursionar como turista en autobús por el territorio nacional, incluso traspasando las fronteras al llegar hasta Guatemala y Honduras.
Le agradó el ambiente, el clima y la dinámica que percibió, por lo que de regreso a la ciudad de México empezó a estudiar la posibilidad de quedarse a trabajar aquí y establecerse cuando menos de forma temporal; y al cabo al fin se decidió.
En aquel entonces su actividad se relacionaba con el ramo de la joyería, por lo que en poco tiempo empezó a laborar como diseñador en una empresa más o menos importante.
Choques culturales
En ese lapso tuvo que adaptarse a ciertos aspectos muy puntuales de la dinámica común y laboral, como al ritmo de trabajo y al tipo de comunicación, y por supuesto a la comida, además de adecuarse al lenguaje cotidiano que usa el mexicano, al ritmo, a los estilos y modismos en el habla, todo ello igual de relevante para lograr una óptima comunicación con el entorno.
El tiempo pasó, todo fue evolucionando, y como no se trata de una biografía basta con decir que en el presente colabora como intérprete y traductor para el Instituto Italiano de Cultura, para el Instituto Superior de Intérpretes y Traductores, y es “perito intérprete traductor” asociado de una agencia de intérpretes y traductores, ofreciendo entre otros servicios la asesoría de trámites para la embajada.
Proyectos a futuro
Sus proyectos a futuro son muy claros, y su prioridad es continuar con sus actividades del presente corrigiendo errores en busca siempre de la perfección.
Entre sus planes no está el de regresar a Italia, aquí ha formado una familia y ha hecho gran parte de su vida (para ser precisos la mitad), por lo que no piensa en cambiar su residencia.
Ama a Italia, le gusta Italia y la considera el mejor destino del mundo para visitar en plan turista, pero entre otras cosas hace demasiado frío.
Le gustaría pasar dos o tres meses por allá paseando y saludando a su familia, de preferencia entre junio y septiembre cuando el clima es más benigno, pero siempre pensando en regresar.