Jodie, escocesa con carisma sabe combinar con un atractivo estilo seductor su candidez natural con una madurez poco común para una joven de su edad. Sin duda es una chica inteligente, centrada y con una visión amplia del mundo.
Escocia
Nació en Escocia, en Kirkcaldy, conocida como The Long Toun (ciudad larga en escocés), ciudad portuaria ubicada en el fiordo de Forth en la costa este entre Edimburgo y Dundee bañada por el Mar del Norte, actualmente con una población de 50,000 habitantes.
Sin embargo, la actividad profesional de sus padres en la diplomacia le ha dado la oportunidad de viajar continuamente y tener contacto con distintos ambientes y culturas que a la vez le han aportado referentes de la clase de los que forman y definen tanto las ideas como el carácter.
¿Cómo se adaptó a México?
Vivió en Tailandia, en España, conoce toda Europa, y ahora en México ha logrado contrastar las diferencias entre estas diversas sociedades y al final con su país natal.
Es inquieta por naturaleza, le gusta viajar, conocer, aprender, salir de lo convencional para ver la realidad que el turista poco interesado y mal observador no alcanza a percibir.
¿A qué se dedica?
En la actualidad colabora como voluntaria en una organización internacional a favor de los derechos humanos que atiende asuntos de todo tipo relacionados con el tema, desde la protección a la niñez hasta el adecuado tratamiento del ambiente y la basura.
Toda opinión es respetable y digna de tomar en cuenta, pero con la condición de que para hablar de algo es necesario conocerlo porque de ese modo el juicio se sustenta en percepciones personales a veces subjetivas pero autorizadas, y Jodie se refiere a México como un país “muy especial; inigualable”. Y por lo dicho antes Jodie sabe bien de lo que habla.
No está acostumbrada al trato extremadamente amable del hombre mexicano respecto a las mujeres, lo encuentra sorprendente y al principio la impactó.
Según platica las relaciones en Escocia son más informales, tal vez menos afectivas y con pocas expresiones hacia el exterior, lo que interpreta como parte de una herencia cultural bien arraigada en ambos casos.
Es un placer recibir entre nosotros a personas con criterio abierto dispuestas a entender parte de nuestro fondo cultural.