Adriana Popeanu, talentosa actriz, es originaria de Constanza, ciudad del sureste de Rumania a orillas del Mar Negro que tiene una población de alrededor de 600,000 habitantes.
¿Cómo se adaptó a México?
Emigró a México hace casi once años, muy joven, y paulatinamente ha ido logrando adaptarse a nuestros ritmos y costumbres que según su percepción en algunos aspectos no son tan diferentes de las suyas. Cuando llegó no hablaba el español y por lógica le costaba trabajo la comunicación, pero con tiempo y con esfuerzo lo aprendió y en algunos meses sus avances fueron sorprendentes. Para respaldar sus conocimientos, armonizar su acento y dominar la gramática estudió en la UNAM algunos cursos. Su acento actual no es precisamente “mexicano”, sino más bien es una mezcla de distintos acentos latinos con los que su adaptación y convivencia ha alternado a lo largo de los años.
¿Primeros choques culturales?
Sus primeras impresiones fueron principalmente positivas, aunque recuerda que lo cargado de la contaminación le afectó (aún ahora), porque no estaba acostumbrada a tanto smog. Asimismo le impactó físicamente la altura de la metrópoli, ya que su ciudad natal, Constanza, se encuentra a 25 metros sobre el nivel del mar, contra los 2,240 de la ciudad de México. Sin embargo comprendió que era imprescindible adaptarse lo más pronto posible, y desde luego lo logró.
¿Actividades profesionales?
En su carrera de actriz ha participado preferentemente en teatro, actividad que le ha dado trabajo continuo que le ha permitido superarse y muchas satisfacciones que la motivan a dar continuidad a sus esfuerzos. Recientemente colaboró con éxito en la obra “Quixote El musical”. Pero sus proyectos siempre miran al futuro y al respecto tiene muchos planes.
Y hablando de sus planes, disfruta mucho de la vida y está decidida a vivir la para nada despreciable cantidad de 300 años; y eso cuando menos.
Sus gustos culinarios se alternan entre la comida nacional y la rumana; le gustan los elotes, los frijoles charros y los mariscos frescos. De su patria extraña el queso fresco de cabra “de su abuela”, que recuerda con una mirada de nostalgia.
Adriana es una mujer rebosante de carisma, una chica que esparce simpatía y poseedora de un ángel que avasalla.
2 respuestas a «Rumana en México»
Bien, bien, Aldonza.
Saludos es la primera vez que escribo me da pena espero conocerte y ser su amigo si estás de acuerdo