Audrey es originaria de una pequeña población de Normandía, al noroeste de Francia, región con mucha lluvia y mucha historia bañada por las heladas aguas del emblemático Canal de la Mancha.
Vida en Francia
Nació hace 24 años en Rouville, una población francesa de la región de la Alta Normandía en el departamento de Sena Marítimo, que cuenta con una población de poco más de 600 habitantes.
Vida en México
Llegó a México hace tres años y medio accediendo a la propuesta de su novio, y hasta el momento considera que fue una buena decisión, ya que se ha sentido muy feliz y se ha adaptado al ritmo de su nuevo hogar, del que no tenía muchas referencias precisamente alentadoras.
Se destaca lo bien que habla el español, sin acento y con una muy aceptable riqueza de vocabulario. Su acento, su cadencia y el ritmo de su hablar es mexicano cien por ciento, y la verdad podría pasar por mexicana para alguien no muy observador.
Español
Empezó a estudiarlo en la escuela a los trece años, y después lo perfeccionó al pasar en España una temporada gracias a las ventajas que ofrece el intercambio estudiantil.
Vivió en Cádiz, ciudad andaluza ubicada al sur, aunque como sus amistades fueron mayoritariamente mexicanas adquirió el modo de hablar de ellos por sobre el español.
Años más tarde tuvo la oportunidad de regresar a España, a Madrid, donde trabajó como traductora y donde conoció a quien fungiría como su novio.
Choques culturales
Por supuesto que al llegar a México enfrentó algunos choques culturales y ambientales, pero con el tiempo los ha ido asimilando y superando. Aquí cabe mencionar que vivió en la ciudad de Mérida, aunque casi toda su permanencia en el país ha sido en la ciudad de México.
Algunos de ellos son: la informalidad y la impuntualidad, ya que en Francia son puntuales; la existencia de los empacadores de mercancía en el súper, los puestos callejeros de comida, que en Francia están prohibidos, lo tarde que por lo regular cierran los comercios, el tráfico vehicular tan desquiciado, los miles de cables que cuelgan de los postes, que allá son subterráneos, y los terremotos.
En cambio, le asombró que la gente es muy amable, muy servicial, que sonríen constantemente, y que en todos lados el ambiente es animado porque la gente es alegre y relajada.
Tradiciones francesas
Recuerda algunas de las tradiciones y costumbres de su patria, como la de saludar besando la mejilla que tiene ciertas particularidades. No existen reglas claras y cada quien besa como quiere, pero hay variantes más o menos aceptadas: se da un beso o dos en cada mejilla, y en el sur se acostumbran tres, aunque como lo más seguro es que no tienen tres mejillas en el sur el tercero queda para la imaginación.
Otra que menciona es la de decir las palabras al revés. Es sencillo, se separan las palabras por sus sílabas y después se invierte el orden. Al principio era una jerga exclusivamente juvenil, aunque se ha extendido y ya todos la acostumbran.
Le gusta la comida mexicana, aunque acepta que prefiere la francesa porque está más acostumbrada y además le trae recuerdos agradables.
Actividades profesionales
Audrey estudió Humanidades, pero actualmente se dedica a administrar un canal de YouTube (es youtuber) y está muy ilusionada con el resultado.
Entre otras cosas México le ha ayudado a relajarse y adquirir confianza y ya se siente al menos un poco mexicana. Sus planes a futuro a mediano y corto plazo son seguir trabajando en su canal, hacerlo crecer, así como colaborar en una casa cuna ayudando a quienes más lo necesitan.
Le deseamos mucha suerte.